El borrado de relaciones: La doble D

Me decía Anamen el otro día, que en unix hay un editor que se llama vi ( no me he enterado de que significaba) que es la cosa más enrevesada del mundo. Por lo visto, allí para borrar una línea se pulsa la letra d, dos veces, y haciendo esto desaparece la línea. Curioso.

Hoy me da por comparar las relaciones con este editor y la verdad, no tengo muy claro cual es más complicado. Asumo que las relaciones, porque creo que hay expertos en susodicho editor e imagino que en las relaciones no.

Cuando hacía terapia, mi doctora siempre me decía que mi mayor problema era la dependencia emocional y que esta se manifestaba en la pareja por la disponibilidad. Nunca lo entendí hasta hoy. Como podría decirme eso cuando yo normalmente era la que fijaba los encuentros atendiendo a mi agenda. Hoy entiendo su concepto de disponibilidad. No tiene nada que ver con el tema de la organización del tiempo, tiene que ver con la importancia de la cita en cuestión con respecto al resto de cosas de mi agenda, disponibilidad significa que que rara vez, por no decir nunca vas a posponer o cancelar la cita en cuestión porque te haya salido un plan mejor, que ofrezca una clara oportunidad de reportarte beneficios. Esto, dicho así suena fatal. ( Léase el manual de la perfecta cabrona), pero hasta cierto punto cuando tenemos mucha dependencia emocional, hacemos de la "cita" lo más significativo e importante hasta la siguiente y el resto de nuestra vida, un trámite hasta que llegue el momento dicho.

Podemos llevarlo mucho más lejos y no me sorprendería que algún profesional de la materia lo llamase obsesión. ( lo que más me fastidia es que suele ocurrir en mujeres de nuestra edad, más de 30, con una carrera profesional y sin embargo la autoestima por los suelos ). Podemos destrozarnos los nervios esperando que llegue esa llamada, ese mail al que estamos acostumbradas, ese sms. Podremos además inventar una serie de razones malas, maquiavélicas por las que no llega el mail, tragedias múltiples, ocurrencias disparatadas o disculpas peregrinas. Y si llega... entonces tampoco está mal torturarnos un poco por lo mal pensadas que somos. En resumen, hemos perdido no se cuanto tiempo solo dedicándonos a pensar intensamente, a comprobar el correo, el buzón de voz, el contestador automático.

Todo ese tiempo hemos estado disponibles para la relación, le hemos dedicado una energía y unos recursos que no se los hemos dedicado a nada con la misma intensidad.
Estoy convencida que esto debe producir algun tipo de feromonas que los chicos detectan y hacen que salgan corriendo. Así que yo tendré que plantearme este punto, no sea que me de por ahogar a mi pareja con mis cuidados en una jaula de oro y pierda la oportunidad de que las uñas de mis pies luzcan bonitas y pintadas con pedicura francesa.

Moraleja:

Aplicale a un chico la doble d ( disponibilidad y dependencia emocional ) y veras que desaparece de tu vida con la misma rapidez con la que borras una liena en el editor ese.

Anamen, ¿Tienes alguna receta para solucionar esto?